Todos tenemos un tipo de cuerpo, y este lo hemos heredado de nuestros padres y a su vez se lo hemos trasmitido a nuestros hijos. Algunos tienen tendencia a engordar la zona central del cuerpo, otros en las extremidades y los más afortunados, que engordan de una forma más uniforme. 

La dieta y el ejercicio son fundamentales para un estilo de vida saludable, pero hay veces que se necesita más que eso para obtener el cuerpo deseado. 

La lipoescultura nos permite retirar grasa de un lugar del cuerpo y colocarla en otro donde haga falta, es por eso que tiene ese nombre ya que se está esculpiendo el cuerpo, cambiando la distribución de grasa para siempre. 

Si bien es cierto, la lipoescultura no es un tratamiento para bajar de peso, sí lo es para moldear el cuerpo. No obstante, hay que tener en cuenta que uno es susceptible a engordar o adelgazar posterior a la cirugía, es por eso que para mantener los resultados se debe seguir una rutina de ejercicios y alimentación saludable.

 

Cabe resaltar que ya no vas a engordar de la misma forma que antes ya que tus acúmulos de grasa han cambiando de lugar. La cirugía se realiza infiltrando una solución salina con anestesia local y un vasoconstrictor para evitar el sangrado y favorecer sólo la extracción de grasa utilizando cánulas de diferente calibre. 

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Las incisiones son muy pequeñas y están disimuladas en los pliegues naturales del cuerpo. Posterior a la cirugía los pacientes deben someterse a sesiones de masajes, drenaje linfático, ultrasonido y utilizar una prenda elástica por 1 mes para obtener los mejores resultados. Los puntos se retiran a los 5-7 días. 

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