El Botox es una sustancia utilizada para el rejuvenecimiento facial, este contiene toxina botulínica tipo A que se aplica en los músculos que causan las arrugas o en líneas de expresión muy marcadas. 

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La idea con la aplicación es relajar el rostro manteniendo la expresión natural del paciente. Se utiliza para prevenir la formación de arrugas en pacientes entre los 25-30 años y en pacientes que ya las tienen para evitar que se profundicen. 

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Los efectos de la toxina botulínica aparecen entre el 4-6 día y perduran por 4 a 6 meses. El colocar botox de forma periódica garantiza que las arrugas no aparezcan y/o no se acentuen en la piel.

 

La doctora Mulder, especialista en medicina estética, utiliza la marca BOTOX® de laboratorios Allergan.

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Se realiza una sesión cada 4-6 meses dependiendo del paciente. 

 

Los cuidados después  del tratamiento son: no masajear la zona, no recostarse en las siguientes 4 horas post tratamiento, no hacer ejercicio al menos 24 horas.

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